GUERRA SIN FIN, ESTRATEGIA DE CONFUSIÓN Y ENCUBRIMIENTO CRIMINAL

Una noticia de los últimos días nos llamó la atención. Luego de 34 años de ministros de defensa civiles, el actual gobierno “progresista” vuelve a nombrar un ministro militar en la cabeza del Ministerio de Defensa Nacional.

En vista de este y otros hechos nos preguntamos: ¿Hay diferencias entre la línea anti insurgente de los gobiernos narcotraficantes uribistas y la del gobierno “progresista” actual?

Mientras toda marcha, movilización social o protesta era reprimida por Uribe y Duque, en este gobierno hay procesos de resistencia y movilización buenos y malos. Por ejemplo, las movilizaciones por las reformas son buenas si las dirige el “progresismo”, pero si son acciones de los campesinos para sacar a la fuerza pública de sus territorios son malas. Se sigue vendiendo la idea que la realidad es en blanco y negro, que quien no está con el gobierno está contra él, siguen vendiendo el cuento que las FARC EP mantenemos a la población asustada y que por coerción y amenaza salen a “atacar” al ejército en zonas como el Cauca. Salen diciendo que son los narcotraficantes manejados por carteles mexicanos los que obligan al pueblo a sacar a los militares de las áreas cocaleras. Ese discurso puede calar en los centros urbanos que desconocen cómo es la Colombia profunda. Pero en los territorios campesinos y cocaleros la gente no saca a los soldados por orden o intimidación de las FARC EP. La realidad es que la gente no olvida, el mismo Ejército Nacional fue quien entró en el pasado con los paramilitares a hacer masacres, violar e intimidar. Las FF.MM de nuevo lo están haciendo, llegan a los territorios campesinos en acciones coordinadas con estos grupos paramilitares (tenemos pruebas), y la gente no lo va a permitir porque ahora se disfrazan de “progresistas”, que llegan al territorio nuevamente a asesinarlos. No es intimidación de las FARC EP por lo que la gente se moviliza, es terror al retorno paramilitar de mano de la fuerza pública lo que hace que la gente saque a las tropas del territorio.

Todo corresponde a estrategias de guerra, que convierten a los medios de comunicación en aparatos de control y confusión para ocultar la verdad. Ejemplo de ello: la FF.MM. a través del Ejército asesina niños y niñas en los territorios, luego hace pasar esas acciones en la prensa de la burguesía; RCN, Caracol, Semana, con los influencer del gobierno y hasta por la cuenta de X con la que gobierna el presidente, en acciones realizadas por las FARC EP. Pueden vender esa idea en horario triple A, pero las comunidades saben perfectamente quienes son los asesinos y por eso los sacan de la región.
El resultado de esa operación de guerra psicológica, es que se sigue agrandando la brecha entre el campo y la ciudad. El objetivo, mantener rota la comunicación e información a los amplios sectores del pueblo colombiano. Eso les permite: la expansión del paramilitarismo, el control de los gringos de las zonas ambientales estratégicas, la consolidación de una política contrainsurgente disfrazada de “progresismo”.
En esa misma lógica, las mesas de diálogo y la política de Paz Total (que llevó a la presidencia al “progresismo”), fueron convertidos en escenarios no para hacer la paz, sino para generar rupturas al interior de las insurgencias. De allí, reciclar los sectores descompuestos que permanecen en la mesa para llegar a con ellos acuerdos sin cambios estructurales, impulsando proyectos de “desarrollo local” que solo llenarán los bolsillos de la corrupción local y de los neo paramilitares que se vendieron a esa estrategia contrainsurgente.

La política actual está llevando a Colombia al mismo despeñadero de violencia en el que la derecha tradicional y los uribistas mafiosos la han mantenido por décadas. Fascismo con cara de “progresismo”, estrategia que está llevando a Colombia a un nuevo ciclo de violencia, guerras internas entre la insurgencia y ese nuevo paramilitarismo en connivencia con las FF.MM.
Lo único que cambió entre el discurso uribista de la derecha y el “progresismo”, es que las palabras como “terrorismo” y “narcoguerrillas”, se venden ahora con palabras y discursos de “izquierda”, pero detrás, las mismas políticas direccionadas por los EEUU: montaje de nuevas bases militares gringas en Colombia sin que los movimientos sociales se pronuncien, sin resistencia al imperialismo. Ese imperialismo puro y duro, en nueva etapa de reconquista del continente americano.

Trump, Musk y demás tecnócratas fascistas, ven como única salida a la crisis económica interna, expoliar la riqueza de los latinoamericanos y demás países del tercer mundo. Ellos saben que su crisis es sistémica y estructural, saben que están condenados a desaparecer como imperio.
En el desespero como país que no puede competir contra la economía China o la tecnología militar rusa, o los modelos sociales como el de Irán alejados del alcohol o las drogas, mientras ellos en quiebra moral mueren por miles en las calles como perros envenenados por el fentanilo. Eso hace que el imperio moribundo esté llevando a la vida sobre el planeta a la extinción.

Para terminar, tenemos pruebas de inteligencia recopiladas por las FARC EP, de los nexos de este gobierno y sus fuerzas militares, con paramilitares y narcotraficantes, como las del General Federico Mejía comandante de la Tercera División del Ejército Nacional. En nuestro poder permanecen audios, videos, fotos y chat que serán publicados para que la comunidad nacional e internacional entienda el porqué de la ofensiva propagandística y de recompensas contra nuestros comandantes. No se busca “neutralizar” guerrilleros, buscan es asesinar a revolucionarios en operativos para recuperar esas pruebas.

Para información de las FF.MM. y de los soldados que engañados mueren en dichos operativos contra nosotros, les decimos que, ya hay varias copias de ese material que será entregada a la prensa (nosotros si entregamos pruebas de lo que decimos, no solo amenazamos como suele hacerlo el presidente), la legitimidad se construye con la verdad.

Montañas y ciudades de Colombia

SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA EJERCITO DEL PUEBLO
FARC-EP

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