Las FARC EP, somos una organización político militar qué nació en el marco de una agresiva ofensiva contra el campesinado. Nuestra lucha revolucionaria es una férrea defensa de los vulnerables de nuestra patria, qué han sido las víctimas del Estado oligarca y criminal, esa muchedumbre es quien nos han dado el honor de ser el Ejército del Pueblo.
Enérgicamente rechazamos los actos violentos qué se dirigen contra las comunidades indefensas, denunciamos qué el gobierno colombiano sigue su alcahuetería con el contrainsurgente de Calarcá y su séquito, vistiendo ese proceso de fortalecimiento del paramilitarismo como “diálogo” de paz.
No es un secreto qué las operaciones que las FF.MM. adelantan en este momento contra el pueblo colombiano, se desarrollan en claro contubernio con los paramilitares fraccionalistas. A Nosotros siempre nos identificará la capacidad de enfrentar a quién nos agreda. Lo qué no toleramos es qué ese cobarde grupo qué se hace llamar séptimo frente de Calarcá, lastime y desestabilice la tranquilidad del Guaviare. Las muertes de campesinos que han llevado a cabo, los desplazamientos a las comunidades, las desapariciones forzadas son responsabilidad de esos criminales qué en nombre de la revolución destruyen la armonía de los pobladores con acciones violentas.
En una investigación de inteligencia nuestra, descubrimos qué un “miliciano” llamado Brandon, venía articulando trabajo con ese grupo paramilitar fraccionalista. Luego de su captura e interrogatorio, pudimos corroborar por su confesión que, Calarcá ha dado directrices precisas de cometer todo tipo de vejámenes y crímenes para crear pánico en la población. Es muy triste que personas de la región terminen trabajando con estos criminales en contra de su propio pueblo, sin embargo, advertimos que quien sea sorprendido en estas actividades pagará las consecuencias de sus actos.
Con los operativos en la Colombia profunda que desarrollan las FF.MM., ordenados por los gringos al presidente y este al General ministro de defensa; Petro está mostrando su verdadero rostro, rostro que maquilla de izquierda y revolución a través de medios y redes de comunicación confundidos o vendedores de humo. Dicen al mundo que le incumplimos al pueblo, que no quisimos la paz por estar en el narcotráfico. Le recordamos al pueblo de Colombia y a la comunidad internacional, que nosotros asistimos al llamado de la “Paz Total”, empeñamos nuestro histórico nombre en una mesa de diálogo, convencidos que quien habíamos apoyado para llegar a la presidencia quería hacer una paz real, con cambios estructurales; pero solo recibimos traición y engaño. Nuestra política de paz es uno de los principios que siempre nos han guiado, y estamos dispuestos al diálogo que permita dejar la guerra en el pasado, pero no permitiremos que nuevamente se utilice ese principio para buscar traición, rendición y desarme. Sin los verdaderos cambios que requiere la nación, sin que se construya un modelo económico justo y sin el imperialismo mandando sobre nuestra patria, es imposible abandonar la lucha armada.
El pueblo debe despertar del embrujo “progresista” y ver con sus propios ojos que se está permitiendo la entrada de miles de militares gringos a las bases del Comando Sur de los EE.UU., legales y encubiertas en Colombia, para adelantar acciones contrainsurgentes y desestabilizar gobiernos como el de Venezuela con operaciones de falsa bandera. Que las operaciones militares contra las FARC EP son operaciones conjuntas entre paramilitares fraccionalistas y las FF.MM., buscando las pruebas físicas que tenemos de los nexos entre oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares con paracos y narcotraficantes. Todo es una política anticomunista que venden con el trasnochado cuento de lucha contra el narcotráfico, como si todos no supiéramos que los verdaderos carteles del narcotráfico están en los banqueros y políticos gringos.
Somos conocedores qué autoridades del Caquetá y Guaviare vienen siendo parte de ese contubernio qué impulsa el gobierno de la “guerra total” contra nosotros. Realizamos un llamado a las comunidades, a los dirigentes comunales, a líderes sociales y comunidad en general a mantener la mayor calma posible en medio de tan difícil situación. En estos momentos se desarrolla una acción de guerra total contra el pueblo colombiano que sólo buscan generar un mar de incertidumbre, mantener la atención alejada de los profundos cambios que están ocurriendo en esta coyuntura donde el imperio se desmorona como un castillo de arena. A todos los que apoyamos a Petro les decimos que no caigamos en la desesperanza que produce el pasar el tiempo sin cambios de fondo, no nos equivocamos en votar contra el paramilitarismo narcotraficante de Uribe, pero colocamos las esperanzas en un caudillo de papel, por fortuna la historia nos recuerda siempre que solo el pueblo salva al pueblo. Cuando Petro sea solo un mal recuerdo, los jóvenes, mujeres y hombres del campo y la ciudad habremos tomado las riendas de la historia sin redentores que vengan a salvarnos. Seremos el pueblo construyendo verdadero poder popular, socializando la riqueza que se quedaba en manos de oligarcas, gringos y corruptos, caminando la senda digna del socialismo y la revolución.
Por nuestro futuro y de nuestros niños y niñas sin hambre…
Desde las montañas y ciudades de Colombia.
ESTADO MAYOR BLOQUE AMAZONAS MANUEL MARULANDA VÉLEZ
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA EJERCITO DEL PUEBLO
FARC EP