CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

“No podemos avanzar todos, si a la mitad se nos deja atrás”
Malala Yousafzai

“Cualquiera que sepa un poco de historia sabe que el progreso sería imposible sin la figura femenina”.
Karl Marx.

Como mujeres entendemos que existen muchas expresiones del término feminismo, procesos identitarios que construyen una forma de ser mujer. Por ello, es común encontrar diferentes corrientes y opiniones sobre esta categoría, que en algunos casos pueden diferir al interior de la construcción de lo que hoy conocemos como feminismo.

Hay frases sin embargo que aglutinan en unidad la lucha del movimiento feminista, por ejemplo: ¡¡Ni una menos!!
Para las mujeres farianas, sin embargo, nos es fundamental ligar la lucha feminista y anti patriarcal a la categoría histórica de Clase. Una lucha revolucionaria y reivindicativa del feminismo sin conciencia de clase, deja mutilado el análisis y nos aleja de la complejidad del fenómeno de la opresión patriarcal del capitalismo.

No son lo mismo las luchas o reivindicaciones que pueden demandar las campesinas o las obreras, a las que pueda pedir una gerente de empresa o una joven universitaria nacida en el seno de una familia millonaria. No es lo mismo la realidad de una indígena latinoamericana a una mujer militar del sionismo israelí. Sus sueños y metas están antagónicamente opuestas por la posición histórica y de clase que cada una asume en su contexto, sus necesidades históricas y de opresión patriarcal pueden tener factores en común, pero son definitivamente distintas. No queremos decir que en los estratos más elevados de la sociedad las mujeres no sufran maltrato patriarcal, lo que decimos es que en los sectores populares se exacerba todo maltrato contra la mujer, en virtud de sus carencias económicas, su explotación como obrera y sus limitadas posibilidades de educación y resistencia en el marco de la supervivencia en el sistema de producción capitalista.

Para nosotras como revolucionarias de las FARC EP, el 8 de marzo, día de la mujer, no es una fecha de celebración, es un día de reivindicación que conmemoramos con su nombre primigenio: Día Internacional de la Mujer trabajadora.

El día internacional de la mujer trabajadora, debe ser un espacio de reflexión profunda y conmemoración de todas aquellas mujeres que han ofrendado sus vidas, trabajo, arte y pasión por la transformación radical del modelo patriarcal capitalista. Un mundo donde no solo se nos reconozca en el lenguaje con el: las y los, sino que vaya más allá rompiendo las anquilosadas paredes que nos mantienen en como ciudadanas de segunda categoría, donde no exista una brecha salarial en virtud del género, donde nuestro arte, trabajo y capacidades sea demeritadas o subvaloradas en relación con el trabajo realizado por los hombres.

Debemos seguir en la lucha por un ejercicio creador, en que no solo las mujeres entendamos que debe llegarse a una justicia real con equidad, sino que además nuestros compañeros de camino, esos hombres con los que luchamos hombro a hombro, cambien sus esquemas en la transformación de nuevas masculinidades, donde seamos socios por un mundo nuevo sin opresión ni maltrato. Asumimos con claridad la frase de Mary Wollstonecraft: -Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas-.

Invitamos a todas las mujeres y a quienes se reconozcan como tal, a mantener una lucha permanente por reinventarnos, por no caer en la idea de la desesperanza, de que no hay posibilidad de cambio. Nosotras como revolucionarias farianas con nuestro aliento y sudor, con las armas en las manos, seguiremos dando la pelea no solo por una Colombia libre y soberana, sino además por una nación donde quepamos todos y todas, sin opresión patriarcal, sin feminicidios, donde nunca más nuestras niñas sean vendidas en el turismo sexual que se promueve para los machos del primer mundo, una nación donde las revolucionarias de la ciudad, campesinas o indígenas no seamos violadas por militares como trofeos de guerra. Un país que no sea visto por los soldados gringos o sionistas como tierra de violación de mujeres con impunidad estatal.

Hoy las mujeres farianas enviamos un abrazo de solidaridad y afecto al resto de mujeres de Colombia y del mundo, diciéndoles que no están solas, que cuentan con nosotras para avanzar en la construcción de un mundo nuevo, en que podamos salir a la calle sin sentir miedo, con orgullo de ser mujeres y en equidad construyendo un modelo alejado del capitalismo patriarcal.

Desde las montañas y ciudades de Colombia.

ESTADO MAYOR CENTRAL
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA EJÉRCITO DEL PUEBLO
FARC-EP

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