HOMENAJE A JACOBO ARENAS

En el día de su partida, sus camaradas lo recordamos con respeto, admiración y un compromiso renovado.

Hoy, al conmemorar el día en que el Camarada Jacobo Arenas dejó este mundo, sus compañeros y camaradas levantamos nuestras voces para honrar su memoria y reafirmar nuestro compromiso con la lucha que él lideró con tanta pasión y convicción. Jacobo no fue solo un líder; fue un faro de resistencia, un pensador profundo y un estratega incansable que dedicó su vida a la causa de la justicia y la dignidad de su pueblo.

Su legado no se limita al pasado; vive y se multiplica en cada uno de nosotros, en las ideas que compartió, en las batallas que lideró y en la esperanza que sembró en los corazones de quienes lo acompañaron. Jacobo Arenas fue un hombre de convicciones firmes, un defensor de los ideales que creía necesarios para transformar la realidad de los más vulnerables.

En los momentos más difíciles, su voz era un refugio de claridad y su mente, un mapa que nos guiaba hacia adelante. Nos enseñó que la lucha no solo se libra con armas, sino también con ideas, con organización y con la firmeza de creer en un futuro mejor. Su ejemplo nos recuerda que la verdadera fuerza reside en la unidad del pueblo y en la capacidad de resistir ante la adversidad.

La capacidad del camarada para leer la realidad y separar la mentira de la verdad, el oro de la pirita (oro de los tontos), es un legado fundamental para caminar y avanzar en estas épocas que se venden como revolucionarios los liberales del capital financiero en el poder. Sus enseñanzas, disciplina y ejemplo son linternas que rompen la niebla de la confusión en la que tienen sumido al pueblo colombiano.

Hoy, su legado inspira a nuevas generaciones de guerrilleros y guerrilleras que, con el mismo ímpetu y compromiso, tomamos la bandera de la lucha por la justicia social, la igualdad y la libertad. Jacobo Arenas no ha muerto; vive en cada joven que se levanta para defender sus derechos, en cada comunidad que se organiza para construir un futuro más justo y en cada corazón que late con la esperanza de un mundo mejor.

Su vida fue un testimonio de entrega y sacrificio, y su muerte no es el fin, sino un llamado a continuar su obra. Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso con el pueblo, con los ideales que defendió y con la lucha que nos dejó como herencia.

Jacobo Arenas, tu ejemplo nos guía, tu lucha nos inspira y tu memoria nos fortalece. Descansa en paz, camarada. Tu legado vive en cada paso que damos, en cada decisión que tomamos y en cada sueño que perseguimos.

Sus camaradas, en eterno reconocimiento y compromiso con la lucha del pueblo.

Desde las montañas y ciudades de Colombia.

“Con Marulanda y el pueblo empoderado construyendo la verdadera democracia popular vía al socialismo”.

SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA EJERCITO DEL PUEBLO
FARC EP

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