“Si quieres construir un barco, no reúnas a la gente para recoger madera ni le asignes tareas y trabajos, sino enséñales a añorar la inmensidad infinita del mar”.
Antoine de Saint-Exupéry
Es para las FARC-EP una gran alegría poder compartir con los pueblos del mundo y con nuestros compatriotas de Colombia, este nuevo espacio de comunicación, que busca romper con el cerco mediático que por años ha prevalecido sobre la voz de los oprimidos.
Es momento de enfrentar sin miramientos al fascismo internacional que avanza en el espectro político mundial, empleando para tal fin, y como herramienta principal para mantener el control hegemónico a través de los medios de comunicación.
No es casualidad que el fascista de Elon Musk haya comprado Twitter para convertirla en X, plataforma mediática del fascismo corporativo de la derecha que llevó a Trump a la presidencia, de igual manera que Google, Meta (Facebook), WhatsApp y demás empresas que junto a los demás grandes medios de comunicación y periodísticos están en manos del capital privado. No se informa de manera veraz, se imponen Matrices de opinión para el manejo y control de las masas, como dijo George Bernard Shaw: “El problema más grande de la comunicación es la ilusión de que ha tenido lugar”.
Estos medios cerrados a la verdad bajo los intereses de los poderosos que son sus dueños, condenan a las mayorías a vivir bajo una ilusión, un gran domo de cristal donde la “realidad” es fabricada por académicos de todas las ramas: psicólogos, especialistas en medios y científicos pagos, para crear tecnologías que llevan a una condición paranoide de ilusiones falsas, confusión y miedo que inmoviliza el poder creador y revolucionario de la humanidad.
No es una crítica a la tecnología en sí, sino a la forma como se utiliza en beneficio del fascismo, la guerra y la opresión. Ver a los pobres defendiendo los intereses de los millonarios, jugando a la “democracia” corporativa, con la ilusión de que son ciudadanos libres que eligen a quien los representan, sin darse cuenta que su voto es obtenido mediante estrategias comunicativas complejas, que los convierte en esclavos de quienes con el poder del dinero imponen a los políticos que les aseguran el control hegemónico.
Colombia no es la excepción. Acá el fascismo corporativo y narcotraficante, ha impuesto por décadas a los gobernantes más incapaces, criminales y falsos. Desde el siglo antepasado con ayuda de los periódicos manejados por las familias oligárquicas le han dicho al colombiano de a pie por quién votar, como vivir, en que soñar. Han impuesto, no solo al politiquero de turno sino además los marcos políticos, culturales e ideológicos que han sostenido la dictadura más grande del continente que se vende como la “democracia” más sólida y antigua de Latinoamérica.
Fascistas de todos los pelambres, criminales y genocidas han llegado al poder en Colombia con el apoyo de los medios de comunicación, cuyos dueños son el poder real de este país; desde violadores de menores como Andrés Pastrana, delfín que venía no solo de una familia incrustada por décadas en el poder, sino además de los medios de comunicación que lo llevaron a ser reconocido como periodista y hasta ganador dos veces del premios de periodismo Rey de España, o Juan Manuel Santos de la familia propietaria del periódico El Tiempo, hasta narcotraficantes como Álvaro Uribe Vélez impulsados por la DEA y los medios de comunicación como salvador de Colombia. Medios por donde se vendió la idea de que iba ganando la guerra contra el “demonio” comunista que somos las FARC EP, al final la verdad salió a flote y se supo que Uribe solo es un narco que asesinó a más de 10 mil jóvenes entre falsos positivos y operaciones militares como la operación Orión en la comuna 13 de Medellín y que solo sigue libre por el miedo y descomposición en la rama judicial que le ha mantenido la impunidad. A nivel local los medios han vendido como políticos de “centro” a camaleones fascistas como Claudia López o Galán que llegó a la alcaldía de Bogotá de la mano de quienes asesinaron a su padre y que tienen a la capital sumida en la crisis de movilidad, basuras y delincuencia más grande de toda su historia, o Fico el defensor de las violaciones masivas de menores en el turismo sexual de Medellín. Estos y cientos de personajes más, a través de los medios se han posicionado en el poder bajo la propaganda de ser la solución a los graves problemas del pueblo.
De la mano de periodistas prepagos y untados de narcotráfico como Vicky Dávila o la franquista Enfermedad Hernández, se han impulsado y sostenido personajes vergonzosos y criminales como los congresistas del Centro Demoniaco: Paloma Valencia, Mafe Cabal y su mascota, el saltimbanqui Polo Polo, que lo único que ha hecho en el congreso es avergonzar al valeroso y digno pueblo afro de Colombia, insultar y agredir a las madres de Soacha y amenazar de forma criminal a humoristas porque le dicen la verdad en la cara y sin miedo.
Pero el engaño de los medios de comunicación, no se queda en estas ratas de derecha, también desde medios alternativos; algunos con buenas intenciones, pero con baja capacidad de análisis, y otros medrando del dinero de la burocracia; han impulsado y promovido al salvador de turno, al señor Gustavo Petro y su fabula progresista. Han vendido la idea que la izquierda llegó por primera vez al poder, cuando en innumerables debates, discursos y escritos podemos ver que Petro ha sido un enemigo declarado de los comunistas y de la izquierda revolucionaria en general.
Petro, liberal progresista, es un hombre muy inteligente y sagaz, con capacidad de palabra capaz de enredar a un culebrero, llegó a la presidencia cooptando, por un lado, el descontento del movimiento social que desde las calles y carreteras se manifestó a nivel nacional en lo que se llamaron las Primeras Líneas, y por otro sumando los apoyos de todos los vividores de turno de izquierda y derecha que lo llevaron al poder engatusando el voto popular.
Hasta nosotros como organización revolucionaria continuadora del legado de Marulanda y los marquetalianos, alcanzamos a creer que sí podía ser un cambio en el paradigma del poder en Colombia con la política de Paz Total.
En poco tiempo pudimos ver que todo era un engaño. Las promesas electorales se empañaron con la entrada al gobierno de los corruptos de siempre, la mafia politiquera de Benedetti y otras sanguijuelas, la burocracia de “izquierda” feriando puestos, el control de gran parte del gobierno por la línea santista, pero sobre todo la traición en las mesas de dialogo donde personajes funestos como Otti Patiño de la mano de militares y políticos, llevaron a los procesos de diálogo a la tragedia que se vive hoy a nivel nacional. Nunca se buscó la paz, todo fue una estrategia orquestada desde el principio para infiltrar personajes en los movimientos revolucionarios, generar fraccionalismo, exacerbar el paramilitarismo y crear matrices de opinión en contra de los procesos revolucionarios.
Se permitió que las mesas de diálogo fueran asaltadas por descompuestos que fungen como revolucionarios. Dinamitaron la mesa con las FARC EP, dándole voz a personas que nunca fueron nombrados por la dirección como: Calarcá, Andréi y demás calaña que se la pasa asesinando líderes sociales, excombatientes en proceso de reincorporación, desplazando pueblos enteros, haciendo masacres por doquier, extorsionando y llevando el miedo a la población, todo de la mano y protección de las Fuerzas Militares que en asocio con ellos han participado en acciones militares contra los que seguimos en lucha por la revolución.
Dinamitaron el proceso con el ELN generando una ruptura entre el COSE y el frente, Comuneros del Sur en Nariño.
También reventaron el proceso con los Márquez o mal llamada Segunda Marquetalia, que a pesar de no realizar acciones contra la fuerza pública y mantener alianzas con los paramilitares, a través de una traición de Walter Mendoza quedan en la mesa como Coordinadora Nacional Ejercito Bolivariano que es una colcha de retazos de paramilitares de los Comandos de Frontera, Coordinadora Guerrillera del Pacifico y otros narcos.
Todo lo anterior deja claro que en ningún momento se tuvo intención de buscar una “Paz Total”, sino por el contrario buscar la ruptura y pulverización de los grupos alzados en armas para reforzar la idea que es imposible una negociación y que la única vía es la militar para acabar con la amenaza terrorista. En ningún momento de la historia de Colombia un gobierno había logrado que la gente que se considera de izquierda avalara el bombardeo y aniquilamiento de las insurgencias, ni siquiera Uribe logro convencer a esos sectores de que la guerra y la eliminación física de las guerrillas fuera la salida. Con Petro eso es una realidad, la gente de “izquierda” clama sangre de guerrilleros.
Petro habla de una nueva política antidrogas pero a la vez mantiene el mismo discurso made in DEA de que las guerrillas somos narcotraficantes, como si no fuera claro que el cartel que mantiene el negocio son los senadores, banqueros y políticos norteamericanos que ilegalizan el negocio para garantizar precios elevados de los que ellos se nutren, no son los campesinos, ni las guerrillas los que se llenan los bolsillos con el negocio como cacarea Petro, es la DEA como el mayor cartel de drogas del mundo la que hace que los lavadores de plata, banqueros y empresarios gringos se lleven el 90% de las ganancias, mientras los campesinos pobres ven en la hoja de coca, en la amapola y la mariguana su posibilidad de conseguir unos pesos para alimentar a sus hijos.
En ultimas, estamos ante el fracaso de la “Paz Total” por engaño del gobierno, engaño que se extiende a la implementación de tres bases militares gringas nuevas en territorio nacional con la aprobación y colaboración del gobierno progresista, y como es Petro no hay una sola marcha de reclamo, todo el proceso de resistencia adormecido. Viendo como suben los precios los peajes de Sarmiento Angulo y demás ricos, la entrega de la Amazonia a los gringos, los negocios de hidrogeno verde con los ingleses que acabará con las reservas estratégicas de agua del país, los ejercicios militares conjuntos con el Comando Sur de los EE.UU. Todo esto a espaldas de los colombianos, ni el cerdo de Duque se atrevió a tanto.
Debemos como nación empezar a despertar del embrujo petrista, no permitir que los narcos y oligarcas retornen al poder, pero tampoco seguir pensando que se está avanzando en una revolución, cuando no se tocan los intereses de las multinacionales o de los oligarcas, cuando el Congreso de la Republica sigue siendo el nido de ratas de siempre reforzados con los traicioneros y nuevos millonarios del partido Comunes que siguen legalizando lo que se robaron de las FARC EP. No podemos permitir que la fuerza revolucionaria del pueblo vuelva a ser convertida en votos por un oportunista.
Solo el pueblo salva al pueblo, no hay mesías que vengan a salvarnos. Solo con el compromiso popular y la lucha por una nueva Colombia donde todos y todas asumamos nuestra responsabilidad histórica, lograremos derrotar al Fascismo que retorna como política internacional.
Es nuestro deber unirnos a naciones poderosas que están dando la pelea contra el colonialismo, contra el racismo, contra la opresión. Construir un nuevo orden mundial donde el sionismo, el fascismo y el sistema capitalista asesino del planeta desaparezcan. Donde Colombia y su potencial brille en el concierto de las naciones sin que vengan gringos a violar a nuestras niñas y niños, con autodeterminación, no vivir en una cárcel sin muros impuesta por los medios de comunicación, música basura o vicios Todo con amor y solidaridad en defensa de la Pachamama.
Como FARC EP, juramos seguir luchando por la liberación de nuestra nación del imperio, enviamos nuestra voz de aliento a todas y todos los guerreros que luchan por un mundo nuevo, donde el genocidio de un pueblo como el Palestino no tenga a nadie para apoyarlo o justificarlo en la ONU. Donde un campesino, una obrera, un estudiante tengan garantizada una vida digna y en paz.
¡¡¡Con Bolívar, con Manuel con el pueblo al poder!!!
Desde las montañas y ciudades de Colombia.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL
FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA
EJERCITO DEL PUEBLO
FARC EP